Esto es lo que se ha producido en MACSA, un sacrificio común que tiene como función el escarmiento, la reprobación, pero que además va mucho más allá . Se trata de que nadie se salga del redil, de que nadie exponga lo que piense, aunque eso suponga transgredir derechos fundamentales.
¿Esto pasaría en Holanda?, ¿Esto pasaría en Noruega?, ¿Esto pasaría en cualquier país democrático?, no, pero claro, nosotros vivimos en España, que es campeona del mundo en futbol, pero una enana democrática que da pena verla. Mientras unos se llevan sobres llenos de pasta, u otros siguen tan panchos a pesar de estar imputados, en este país preferimos llevar a la hoguera a los que han tenido la osadía de pedir no ya la defensa de sus derechos, si no la de sus compañeros. No se debe ni se puede protestar, pero desde este sindicato aunque quedemos tres, seguiremos luchando, seguiremos peleando. Son nuestros compañeros, son amigos y nadie por muy alto que crea que ha llegado, va a conseguir que dejemos de luchar. Tenemos que conseguir que vuelvan con nosotros. Si queremos mirarnos en el espejo por las mañanas, tenemos que conseguirlo. Cueste lo que cueste, haga falta hacer lo que haga falta, son nuestros compañeros, somos nosotros mismos
Madrid 14 de febrero de 2013
Unión de Trabajadores de Madrid Arte y Cultura
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